Os proponemos varias recomendaciones a tener en cuenta para poder viajar con un anciano con Alzheimer:
- Zonas conocidas por el anciano: Viajar a zonas familiares es una recomendación básica. Esto puede ayudar a que el anciano reconozca algún lugar y reviva recuerdos que le aporten tranquilidad.
- Comunicación constante: Hablar con el anciano en todo momento sobre el destino, las actividades planeadas y ofrecerle la máxima información posible, aunque sea probable que olvide parte de lo que se le explica.
- Establecer rutinas: Mantener horarios regulares para actividades como paseos, comidas y descanso puede ayudar a generar estabilidad y reducir la confusión.
- Cuidado con la alimentación: Prestar atención a la hidratación, especialmente si el destino es una zona cálida o húmeda, y asegurarse de que no se descuide la toma de medicamentos.
- Monitorear la digestión: Como en muchas personas, los viajes pueden causar desajustes digestivos. Es importante vigilar las visitas al baño del anciano y, si fuera necesario, usar un laxante.
- Evitar entornos ruidosos: Procurar evitar destinos con aglomeraciones o ruidos excesivos que puedan provocar ansiedad o estrés en el anciano.
- Acompañamiento constante: Estar siempre al lado del anciano para que se sienta seguro y mostrarle afecto en todo momento, lo que puede ser de gran ayuda para su tranquilidad.