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La mayoría de nosotros nos estamos preparando para la Navidad: comidas con amigos, comprando regalos, haciendo la carta a los Reyes Magos, etc. Sin embargo para los ancianos y personas mayores está época tiene un significado mucho más gris. Una época cargada de recuerdos y nostalgia del pasado.

Además de ser un época de nostalgia, en estas fechas tan señaladas muchos ancianos se encuentran solos ya sea porque sus hijos viven en otras ciudades o países o porque son personas viudas o sin familia. Hay estudios que sitúan en el 25% los ancianos que pasan solos las navidades.

Lógicamente, no tiene nada que ver la soledad deseada y la soledad no deseada. La primera no tiene efectos negativos, de hecho, en muchos casos es positiva. El problema viene cuando la soledad no es deseada. En esos casos, la soledad tiene efectos negativos para la salud.

Estos problemas físicos pueden desencadenar en problemas vasculares y disminución de la capacidad antiinflamatoria. A nivel psicológico, los problemas están relacionados con problemas de sueño, sintomas depresivos, empeoramiento del funcionamiento cognitivo y aumento de riesgo de padecer Alzhéimer entre otros.